Kaspersky en
Buenos Aires, 22.04.10
Kaspersky: En pocos años no
habrá más computadoras ni Internet
El fundador
de una de las empresas de antivirus más importantes del
mundo habló sobre los desafíos que enfrenta el sector,
y qué opciones hay para combatir al cibercrimen. Afirmó
que luchan contra organizaciones muy fuertes. No son como
la mafia, sino que están armados como empresas que brindan
servicios delictivos, dijo.
Hace aproximadamente quince años, el
mundo fue testigo de la aparición de los primeros hackers.
Eran adolescentes que programaban y exploraban los límites
de los sistemas existentes por pura diversión. Sin embargo,
con el paso del tiempo el panorama se modificó, y ese lugar
lo ocuparon organizaciones que hicieron de los ataques online
un lucrativo negocio que mueve miles de millones de dólares.
Eugene Kaspersky: "Ya no podemos vivir
sin Internet"
Por lo menos, esa es la visión de Eugene Kaspersky, CEO
y fundador de una de las empresas de seguridad más importante
del planeta, que visitó Buenos Aires y brindó una
charla en la que se explayó sobre la actualidad y el futuro
del mundo informático. Vestido con una camisa gris, con
las mangas arremangadas, y pantalón de jean, se mostró
accesible, recurriendo al humor para generar mayor empatía
con la veintena de periodistas que presenciaban su exposición.
Kaspersky hace 25 años empezó
como hobby la programación de antivirus. En 1997 creó
la empresa que lleva su apellido, y que actualmente protege a
más de 300 millones de computadoras.
A su entender, en las últimas dos décadas
el mundo adquirió más velocidad y se achicaron las
distancias, producto de la aparición y expansión
de Internet, que cambió la vida de las empresas, gobiernos,
el mundo educativo y de las personas en general. No obstante,
también surgieron nuevos riesgos, vinculados a los delitos
virtuales.
El malware no tiene identificación,
pero parte de su texto puede ser reconocido, y así sabemos
a qué nación pertenece, explicó. De
esa forma, es posible saber que actualmente el mayor productor
de amenazas online es China. Todo is made en China,
dijo el CEO entre risas. En segundo lugar se ubica Brasil, responsable
del 40% de los troyanos que atacaron bancos durante 2009, y el
tercer puesto corresponde a Rusia.
Los malos
¿Es posible hackear cualquier cosa?
Sí. Sucede que los gobiernos no lo divulgan porque genera
mala reputación, manifestó Kaspersky. Además,
hizo hincapié en que mientras que hace 10 años esos
actos eran perpetrados por individuos que actuaban solos, ahora
su lugar lo ocupan organizaciones. No son como la mafia,
sino que están armados como empresas que brindan servicios
delictivos, dijo.
Actúan como si fueran una tienda. Tienen
una lista de precios para los botnets, devuelven el dieron a los
clientes si una PC atacada se desinfecta, ofrecen un contacto
online para obtener asistencia técnica. A la hora de enumerar
las causas del constante crecimiento de estas actividades, el
CEO señaló que es redituable, relativamente fácil,
de bajo riesgo, ya que es poco probable que los ubiquen y arresten,
sumado a que no se ven a si mismos como delincuentes porque no
conocen ni tienen contacto directo con las víctimas.
Kaspersky consideró que se pueden seguir
tres caminos para luchar contra los delitos virtuales:
* Crear una Interpool de Internet. Es algo
de lo que viene hablando desde hace una década, pero recién
en los últimos meses algunas autoridades se hicieron eco
de esta propuesta, y empezarían a evaluar si es posible
llevarla a la práctica.
* Fabricar sistemas operativos más seguros. Existen, pero
su uso se restringe a áreas específica de Gobierno,
el Ejército y bancos.
* Diseñar mejores redes. De esta forma, los delitos online
dejarían de ser un negocio de bajo riesgo. El CEO sostiene
que se necesitan Identificaciones Digitales para detectar cuando
alguien hace un uso indebido de Internet. Es la única
forma correcta de combatir el cibercrimen en el corto plazo,
aunque aclaró que no sería un Gran Hermano
de control permanente.
La charla transitaba por una senda normal, hasta
que el CEO disparó: En pocos años no va haber
más computadoras ni Internet. El silencio se adueñó
de la sala, a la espera de que desarrollara la idea. Como todo
hábil orador, dejó pasar el tiempo. Pasaron cinco,
quince, cuarenta y cinco segundos, y nada. Hasta que retomó
el micrófono, y retomó aquella última frase.
Señaló que al igual que le pasó
al mainframe, mini computadoras y desktops, equipos que cayeron
en desuso producto de la evolución tecnológica,
las notebooks también serán cosa del pasado. ¿Quién
las reemplazarán? Los teléfonos celulares, que irán
ganando más memoria y potencia, hasta tener la capacidad
de almacenar la información personal y laboral de cada
persona. Mi smartphone es más poderoso que la computadora
que tengo en mi casa, ejemplificó el ejecutivo.
A su entender, en poco tiempo las pantallas
y teclados podrían estar preparados para soportar la conexión
de cada teléfono. Asimismo, se generarían otras
redes, de 5G o 10G, con niveles extra de seguridad. Todos
los servicios, gobiernos y universidades van a migrar a los dispositivos
móviles, y el cibercrimen no será la excepción.
La diferencia es que será más fácil
diseñar infraestructura para el mundo digital móvil
porque es más difícil crear un clon de un celular,
además que se registra quién compra cada equipo,
como si fuera un auto.
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